jueves, 27 de junio de 2013

GRACIAS ANA por estar con nosotros compartiendo esas fotografías y esas ideas sobre tus relatos. FELICIDADES por tu relato nos ha encantado, es como si estuviéramos viendo una fotografía. Sigue escribiendo y compartiendo con nosotros.

GRACIAS INMA por ese marcador y este texto:

"Los científicos dicen que estamos hechos de átomos pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias" . Eduardo Galeano

Fue una tarde de verano que invitaba a charlar despacio e ir encontrándonos con las historias de Carlos del Amor, para llevarnos a hablar de la vida...

La próxima cita a la vuelta del verano nos propone dos lecturas:




Argumento
Había una vez un arroz que fue plantado en la tierra, caído del cielo y recogido de entre las piedras, un arroz que no se pasaba nunca que llegó de lejos de la mano de tres jóvenes llenos de ilusiones y sueños…Arroz de Palma es la historia de una familia, la de José Custodio y María Romana, emigrantes en Brasil a principios del siglo XX. Durante la preparación de la fiesta para celebrar el centenario de la boda de José y María, su hijo mayor, Antonio, ya un abuelo, repasa las vidas de sus padres, de su tía, de sus hermanos, de sus hijos y nietos y, por supuesto, la suya.

Antonio sabe que la familia es un plato de compleja elaboración y que la felicidad se cocina día a día. Pero ellos tienen un ingrediente secreto: el arroz de la tía Palma, cuya magia se extiende más allá del fuego y del tiempo.







Sinopsis

Acompañada por su tía Inés, una viola y una maleta llena de recuerdos, Arcadia vuelve a Barcelona en 1949. Hija de republicanos exiliados en Francia, se refugia en su pasión por la música para sobrevivir en el ambiente opresivo de la posguerra. Un día conoce a Javier, un prometedor estudiante de Derecho que pronto se convertirá en el centro de su vida. Con todo pueden y a todos se enfrentan para llevar adelante su relación, hasta que la personalidad libre y rebelde de Arcadia se convierte en un estigma social que sella sus destinos. 

Música de cámara es la historia del amor de dos jóvenes que pertenecen a mundos no sólo distintos, sino contrarios. Y es, también, la historia del reencuentro entre los dos amantes, en el otoño de 1984, durante una larga noche en la que se adentran en una turbadora y lúcida reflexión sobre los años transcurridos. 

«Una poderosa historia de amor que denota un excelente oficio en la elaboración del personaje femenino protagonista y de las diversas voces que lo acompañan. La novela logra una extraordinaria recreación de la atmósfera de la posguerra y del mundo de los represaliados, y cuestiona de forma implacable y sobrecogedora a la sociedad catalana burguesa de la época y las ambigüedades y claudicaciones de la Transición. Un libro llamado a ocupar un lugar muy destacado en nuestra narrativa contemporánea»,
 Jurado del Premio Biblioteca Breve 2013.

martes, 25 de junio de 2013






     Con una hermosa postal de verano nos despedimos hasta septiembre, no sin antes desearles un muy feliz verano.
     Hoy quiero regalarles un microcuento, gracias a Tere que fue mi fuente de estímulo....

 

Adul-Laya



Los juegos se repetían una y otra vez, las risas se cruzaban con el zumbido del vaivén de las olas. Un ligero ronroneo de una pequeña embarcación les hizo levantar la vista descubriendo una lancha llena de herrumbre por los costados. Algo llamó la atención del pequeño Adul-Laya. Unas piernas alargadas saltaron a la arena, acompañándolas, unas amplias redes se divisaron en el agua. Allí estaban saltando de un lado a otro, como queriendo escapar de un destino previamente escrito.
Los ojos del pequeño Adul-Laya se abrieron como persianas, apenas pestañeaba, su boca se hacía agua solo de pensar en el presagio y el fortunio de aquella tarde. Corrió con decisión, quería ser de los primeros, aquellos bien hallados ayudarían en los quehaceres de aquella barcaza y como recompensa obtendrían el alimento de varios días. 

Las palabras de su madre retumbaban en su cabeza, ¡hoy es un día de suerte! pensó. Su respiración estaba agitada, llegó a los pies de aquel hombre esperando respuesta, una señal que le indicará el comienzo. Lo había visto tantas veces pero nunca se acercaba lo suficiente. Alzó la mirada, vio la señal reflejada en aquel rostro y tiró, soñando con la comida.