16 de julio de 1846. En la casa parroquial del pueblecito inglés de
Haworth, las tres hijas del pastor comienzan la jornada ocupándose de
las tareas domésticas mientras esperan que llegue la tarde, cuando
puedan sentarse juntas para dedicarse a escribir a escondidas las
novelas que ansían publicar. Son las hermanas Brontë, tres mujeres
solteras de alrededor de treinta años que, desde la infancia, gracias a
la literatura, han sobrevivido a las tragedias familiares, la falta de
recursos económicos y el aislamiento.
Durante ese verano, Charlotte escribe Jane Eyre. Emily se dedica a Cumbres borrascosas. Y Anne se concentra en Agnes Grey. Ignorando el extraordinario destino que espera a sus obras literarias, las tres vierten en ellas sus sueños, sus frustraciones y sus pasiones ocultas, convirtiendo aquella casa oscura y vulgar, atravesada por las muertes tempranas de muchos de sus habitantes, en un espacio lleno de luz.
Durante ese verano, Charlotte escribe Jane Eyre. Emily se dedica a Cumbres borrascosas. Y Anne se concentra en Agnes Grey. Ignorando el extraordinario destino que espera a sus obras literarias, las tres vierten en ellas sus sueños, sus frustraciones y sus pasiones ocultas, convirtiendo aquella casa oscura y vulgar, atravesada por las muertes tempranas de muchos de sus habitantes, en un espacio lleno de luz.
Todo ese fuego es una novela exquisita que bucea en
la vida de tres asombrosas mujeres llenas de talento, que
consiguieron rebelarse contra las crueles normas de la sociedad
victoriana y convertirse en grandes escritoras en un mundo reservado a
los hombres.